La anemia es una
enfermedad hemática (sanguínea), la cual deriva a una alteración de
la composición sanguínea, determinada por una disminución de los
glóbulos rojos, que condiciona una concentración baja de hemoglobina
(heteroproteína encargada del transporte del oxígeno en la sangre).
Generalmente,
la anemia puede ser provocada por varios problemas, entre los que se incluyen
los trastornos en la producción de los glóbulos rojos.
Primeramente
hay que indicar que la anemia es una enfermedad, que debe ser vista y tratada
por un especialista médico en los casos que sea diagnosticada, ya que la misma
puede tener varios niveles de intensidad o gravidez.
En
este artículo nuestra intensión es brindar algunas herramientas que pueden
ayudar e incluso tratar la afección de la anemia, no obstante no sustituyen a
un tratamiento médico adecuado, por lo cual siempre es necesario seguir los
consejos de los especialistas.
Hay
una serie de síntomas que indican la posibilidad de estar padeciendo anemia,
como lo son: palpitación de corazón (taquicardia), fatiga, vértigos, pérdida de
concentración, respiración rápida, piel pálida, falta de ánimo y depresión.
Dentro
de una alimentación sana y balanceada, hay varias formas de prevenir la aparición
de la anemia, como es a través de la ingesta de los siguientes alimentos, ricos
en hierro, vitamina B 12 y Ácido Fólico, de los cuales podemos mencionar los
siguientes: Hígado (de res, pollo, pavo, etc), carnes rojas, frutos
secos (almendras, nueces, pasas, avellanas, etc), granos, vegetales
verdes, cereales, mariscos, leche, huevos, y frutas
(principalmente para el caso del ácido fólico).
En
caso de ser necesario se puede recurrir al uso de suplementos alimenticios, los
cuales (sin abusar de ellos) pueden ayudar a cubrir las necesidades básicas que
nuestro cuerpo requiere para prevenir la aparición de la anemia.
Cualquier
adicional al respecto comuníquense con nosotros a través de nuestra sección de
comentarios.
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